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DECISIONES

“Me siento totalmente culpable… soy la única culpable. Fue mi decisión, a pesar de que tenía personas a mi lado, ellos no tenían nada que ver con lo que llevaba dentro, con lo que yo tenía… lo que hice.​

Mi rutina diaria era consumir drogas sin medir las consecuencias, nunca imaginé que un día todo cambiaría. Estaba habitando en la calle, no pude solucionar los problemas con mi mamá y me fui de casa a los quince años. Me olvidé de mi familia, nunca les llamé, les dejé a un lado porque me ellos me habían hecho daño. ​

Fue traumático… no entendía lo que estaba pasando. Luego de consumir bazuco durante todo el día, decidí entrar a uno de los pasadías en los que me hospedaba a ratos, y tomar una ducha. Sentí como algo se me explotaba por dentro… un incontrolable y fuerte dolor de estómago. Salí de la ducha y pensando que defecaría, me senté en la taza. En ese momento me enteré de que estaba embarazada y que mi hijo acababa de nacer muerto. Lo saqué y lo envolví en papel periódico. Todo fue muy doloroso. Ver el bebé ahí… era una criatura, una ersona. Ver su cuerpo, sus manos, sus ojos, su nariz, sus pies, su pene... porque era un niño, un varón.​

El funcionario de medicina legal me dijo: “El bebé de aproximadamente seis meses de gestación, ha sufrido una sobredosis. Su corazón ha explotado y será objeto de estudio”. Estuve sola en la habitación. Fueron mis decisiones las que me llevaron a esto…”​

Por Daniela López

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